Agricultor

Hace aproximadamente 8000 a 7000 años, después del último período de glaciación (Edad de Hielo), las poblaciones agrícolas humanas modernas comenzaron a migrar al continente europeo desde el Cercano Oriente. Esta migración marcó el comienzo de la Era Neolítica en Europa. La Era Neolítica, o Edad de Piedra Nueva, se denomina acertadamente porque siguió a la Era Paleolítica, o Edad de Piedra Antigua. Los fabricantes de herramientas durante la Era Neolítica habían mejorado el "estándar" rudimentario de las herramientas encontradas durante la Era Paleolítica y ahora estaban creando herramientas de piedra especializadas que incluso muestran evidencia de haber sido pulidas y reelaboradas. La era neolítica es única porque es la primera era en la que los humanos modernos practicaron un estilo de vida más sedentario, ya que sus estrategias de subsistencia se basaban más en la agricultura y el pastoreo estacionarios, lo que permitió aún más el surgimiento de prácticas artesanales como la alfarería.

Se cree que las comunidades agrícolas emigraron al continente europeo a través de rutas a lo largo de Anatolia, siguiendo así los patrones climáticos templados del Mediterráneo. Se sabe que estos grupos agrícolas tienen áreas pobladas que se extienden desde la actual Hungría, Alemania y el oeste hasta España. Los restos de los estilos únicos de cerámica y las prácticas funerarias de estas comunidades agrícolas se encuentran dentro de estas regiones y se pueden atribuir, en parte, a los artesanos de las culturas Funnel Beaker y Linear Pottery. Incluso se cree que Ötzi (el hombre de hielo tirolés), la momia natural bien conservada que se encontró en los Alpes en la frontera entre Italia y Austria y que vivió alrededor del 3300 a. C., perteneció a una cultura agrícola similar a estas. Sin embargo, no se encontró suficiente evidencia con él para sugerir con precisión a qué cultura pudo haber pertenecido.

Aunque las poblaciones agrícolas estaban dispersas por todo el continente europeo, todas muestran una clara evidencia de una estrecha relación genética. La evidencia sugiere que estos pueblos agricultores aún no tenían una tolerancia a la lactosa en altas frecuencias (como lo hicieron los pueblos Yamnaya de la Edad del Bronce posterior); sin embargo, sí portaban un gen de amilasa salival, lo que puede haberles permitido descomponer los almidones de manera más eficiente que sus antepasados ​​​​cazadores-recolectores. Un análisis de ADN adicional ha encontrado que el haplogrupo G2a del cromosoma Y y el haplogrupo mitocondrial N1a se encontraban con frecuencia en el continente europeo durante la Era Neolítica temprana.